Nuevo año, nuevos proyectos
2019
Hola, amigos. Comienza un nuevo año y con él una nueva forma de encauzar mis libros desde una perspectiva diferente. En esta ocasión desde este viejo blog que no debí abandonar nunca y que en 2019 retomo con la intención de ofreceros, a través de él, lo más interesante de mis libros, mis nuevos proyectos literarios y los de algunos compañeros escritores que durante este tiempo me han ido apoyando, por lo que espero que sean de interés para vosotros, tanto lectores como escritores. Así que, como el Ave Fénix, resurjo de mis cenizas en el tiempo.
De refranes y escritores
Leyendo a Carlos Fisas y sus citas al refranero, encuentro algunas interesantes para los escritores:
«Mucho más trabajo cuesta hacer un libro que hacer diez hijos».
Es verdad, cuesta más y no es tan agradable.
«Los libros son maestros que no riñen y amigos que no piden».
«Con los libros que escribieron, nos abren los ojos los que murieron».
«No todo muere» dice Horacio «los grandes escritores vivirán siempre; los malos han nacido muertos».
«Si juventud supiera, si vejez pudiera», dice un refrán francés.
Si se tiene conciencia de la edad, poca o mucha, que se tiene, todo va bien. Debo confesar que a los veinte años conocía todos los problemas del mundo y sabía todas sus soluciones.
Hoy creo no saber nada de nada. Los años han acumulado ignorancia sobre mí.
Recuerdos
En mis inicios como aprendiz de escritor, pocos años después de que se celebrase la nueva Constitución española, tuve la osadía de presentar dos de mis obras a concurso; una de ellas a Editorial Planeta, y la otra al de ciudad de Valencia.
Hoy, por una de aquellas casualidades imprevistas, tropecé con la copia de una carta que escribí a no sé quién, pasados unos meses del envío de los manuscritos. Releyéndola, me he dado cuenta de cómo, con el paso del tiempo, como escritor he ido perdiendo muchas de las buenas costumbres literarias que, en parte, aún mantuve durante la ejecución de mi novela Desde la terraza, por eso quiero que la leáis, pero siempre con vuestro beneplácito y sin que os cause ningún trastorno con ello.
Hoy, por una de aquellas casualidades imprevistas, tropecé con la copia de una carta que escribí a no sé quién, pasados unos meses del envío de los manuscritos. Releyéndola, me he dado cuenta de cómo, con el paso del tiempo, como escritor he ido perdiendo muchas de las buenas costumbres literarias que, en parte, aún mantuve durante la ejecución de mi novela Desde la terraza, por eso quiero que la leáis, pero siempre con vuestro beneplácito y sin que os cause ningún trastorno con ello.
Autopublicados en Amazon
Para inaugurar el regreso de mi antiguo blog Hay un ganso en mi sopa, quiero retomar la cuestión de los autopublicados en
Amazon; un asunto que preocupa a muchos escritores noveles quienes, con la ilusión de
publicar su obra, se lanzan en manos de editoriales que les sacan el dinero y les llenan la casa de libros. Y después de que hayan cobrado, «si te he visto no me
acuerdo».
Existen muchos ejemplos; el mío entre ellos, sin ir más lejos... pero creo que
vale la pena leer la entrevista que Juan Plaza le hizo en su blog a Mercedes Pinto Maldonado, que me permito reproducir más abajo.
Bienvenido a mi blog
Estimado lector, gracias por consultar mi blog.
Intento reflejar en él la trayectoria de mis últimos veinte años de escritura, ya que de lectura llevo muchísimos más.
Después de estos años, sigo sin saber cuál es mi verdadera vocación, si la de lector, la de novelista, pescador o cocinero, ya que estas dos últimas ocupaciones también me apasionan, aunque no les preste tanta atención como a las dos primeras, probablemente a causa de la edad y a la falta de tiempo libre, más preciado que el dinero y cada día más escaso.
Los lectores y amigos que me siguen, habrán percibido que todas mis novelas poseen un componente histórico sin que haya una preferencia por la historia antigua o moderna, sobre la que cabalgan los personajes de ficción que componen la trama de cada una de ellas.
He intentado que mis personajes destilen humanidad, con sus virtudes y defectos, describiendo las escenas de forma que el lector no tenga que hacer grandes esfuerzos para visualizarlas mientras lee, y pueda disfrutar con ellas. Espero haberlo conseguido, aunque eso lo decidiréis vosotros.
Creo que la lectura nos permite ensanchar horizontes y viajar mentalmente por lugares y países que en modo alguno habríamos pensado visitar, mientras que la escritura me permite, como autor, agrandar mi vida (ya que prolongarla no puedo). Junto con la amistad y el amor, constituyen las mejores formas de felicidad relativa a la que podemos aspirar los que no creemos en otra cosa. Si algún libro mío, comentario o tema os proporciona ese placer, me doy por bien pagado y os quedo muy agradecido.
Un saludo cordial.
Francisco Casero Viana
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