Hablando de escritores y literatura

Como dije cuando retomé el blog, comienzo a hablar de escritores y hoy recuerdo con nostalgia aquella época de adolescente en la que me inicié en la lectura. Entonces no había autores autopublicados, todos los libros eran publicados por grandes o pequeñas editoriales de lugares remotos en el planeta aunque traducidos al español y editados por algunas editoriales españolas que, con el tiempo, adquirirían gran renombre, lo mismo que los escritores, muchos de ellos también españoles. Y es que España ha dado al mundo grandes nombres y grandes historias.

Recuerdo que el primer libro que cayó en mis manos fue La vuelta al mundo de un novelista, de Vicente Blasco Ibáñez, valenciano como yo, aunque hijo de padres aragoneses y hoy completamente olvidado por los lectores. Aunque no me extraña, dada la enorme cantidad de libros españoles y de otros países que se publican en el mundo cada día.



El primer libro que leyó fue La historia de los girondinos de Lamartine y luego las obras de Víctor Hugo, especialmente Los miserables. Según el historiador Ramiro Reig, «a partir de ese momento tuvo claro lo que iba a ser: escritor revolucionario».

A los dieciséis años ya había fundado un periódico semanal ('El Pueblo', en su ciudad natal) pero que, al ser de menor edad, puso a nombre de un amigo suyo zapatero.

Durante el tiempo de estudiante participó en diversas acciones de carácter republicano y anticlerical, como la de reventar los Rosarios de la Aurora que organizaba el arzobispado. Aunque esto no haya sido comprobado hasta la fecha, se dice que ingresó a los veinte años en la masonería, el 6 de febrero de 1887, adoptando el nombre simbólico de Danton. Se dice que formó parte de la Logia Unión nº 14 de Valencia y posteriormente de la logia Acacia nº 25.

Quiso ser marino, pero su dificultad para entender las matemáticas lo llevó a inclinarse por el Derecho. Su gran capacidad de estudio le permitía preparar las materias de todo un año quince días antes de los exámenes. Cursó los estudios en la Universidad de Valencia y durante esos años perteneció a la tuna. Se doctoró en Derecho en 1888, aunque prácticamente no ejerció como abogado.

Fundó el periódico semanal 'La Bandera Federal' (Madrid, 1910). También conocido como 'Diario de Alianza Republicana', fue un periódico español de tirada semanal (se publicaba los martes, jueves y sábados), con sede en la calle Tetuán número 20 de Madrid, defensor de la conjunción republicano-socialista ​y activo durante las primeras décadas del siglo XX. La tendencia editorial de 'La Bandera Federal' alentaba la libre expresión de artículos de opinión que versaban con relación a la defensa de los ideales emancipatorios propios de la ideología socialista. La difusión del periódico alcanzó el extranjero, siendo frecuente su distribución en Portugal y Gibraltar.

Don Vicente fue político republicano y periodista de talante polémico, lo que le valió un exilio en París, pero también fue un escritor prolífico. Allí, en 1914, escribió la novela que le daría fama internacional: Los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Aunque sus obras tienen más un carácter político y social, una gran parte de ellas se sitúan en las escenas valencianas, retratando a la perfección la vida de la época. Muchas de ellas estuvieron prohibidas en España durante la dictadura.

• Cuentos valencianos
• La condenada y otros cuentos
• En el país del arte
• Arroz y tartana
• Flor de mayo
• La barraca
• Entre naranjos.
• Sónica la cortesana.
• Cañas y barro.
• La catedral.
• El intruso.
• La bodega.
• La horda.

• La maja desnuda.
• Sangre y arena
• Los muertos mandan.
• Luna Benamov.
• Cuentos, bocetos y apuntes.
• Los Argonautas.
• Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
• Mare Nostrum.
• Los enemigos de la Mujer.
• El militarismo mejicano.
• Préstamo de la difunta y otros cuentos.
• El paraíso de las mujeres.
• La tierra de todos.
• La reina Calafría.
• Novelas de la Corte Azul.
• La vuelta al mundo de un novelista.
• Novelas de amor y de muerte.
• El Papa del mar. 
• A los pies de Venus.
• En busca del Agakan.
• El Caballero de la Virgen.
• El fantasma de las alas de oro.
• Estudios literarios.

Mi novela «Desde la terraza»

Hace unos momentos he comentado que muchos lectores necesitan un empujoncito para decidirse por leer un libro de un autor autopublicado. Como autor, también me encuentro en ese caso, pero hablar de las excelencias de alguna de mis obras sería de una petulancia tal que no va conmigo, pues debe ser el propio lector el que diga si el libro le ha gustado o no.


Sin embargo, no todos los lectores –les guste o no la obra que leen– dejan un comentario en la página de compra o descarga en Amazon por la circunstancia que sea; no entro a juzgar los motivos. Pero sería muy de agradecer, por parte de cualquier escritor, que el lector se tomase dos minutos tan solo para dejar su comentario bueno, malo o regular. En mi caso, prefiero que sean otros los que hablen de mis libros.