CAMBIO CLIMÁTICO/ CALENTAMIENTO GLOBAL

 

 

CAMBIO CLIMÁTICO

No cabe la menor duda que todos los habitantes de este planeta llamado Tierra estamos muy preocupados por el cambio climático. La subida de las temperaturas, el aumento o disminución de lluvia en determinadas regiones y el aumento de borrascas y vientos huracanados en épocas del año, insólitas en otros tiempos pasados.

No, que nadie se confunda con el contenido de este artículo. No soy un negacionista del cambio climático, pero tengo mis dudas sobre qué es lo que condiciona este cambio climático, tal y como nos lo pintan muchos gobiernos.

Por esa misma razón me pregunto: ¿No estará todo condicionado por unos medios económicos mundiales que acusan del cambio climático al consumo de energías fósiles?

Tampoco soy una autoridad en la materia como para contradecir lo que muchos expertos dicen, sin embargo, sí soy una persona que se interesa por aprender “todo” lo concerniente a un tema, y por eso indago y busco las fuentes alternativas que me saquen de mi desconocimiento aplicando solamente la lógica.

Hoy, en Dubái ha dado comienzo La Cop28 con una mayor ambición contra la escalada de la crisis climática, y el presidente de España viaja a esa conferencia con una ambiciosa agenda sobre este asunto. Sin embargo, de los ocho principales productores de petróleo: Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, China y Emiratos Árabes Unidos, los presidentes de los dos países que más contribuyen al calentamiento global no acudirán a la cumbre del clima que se celebra en esa capital de Emiratos Árabes Unidos.

La Tierra ha ido sufriendo modificaciones climáticas a lo largo de sus 45000 millones de años, y algunos ejemplos de lugares en la Tierra que hoy son desiertos y en la antigüedad estaban cubiertos por el mar son:

El desierto del Sahara: Antes de convertirse en un desierto, el Sahara era una vasta extensión de agua conocida como el mar de Tethys, que se formó hace unos 260 millones de años.

El desierto de Gobi: En el pasado, el desierto de Gobi era una región cubierta por el mar de Turgai. A lo largo de millones de años, se fue secando y transformando en el desierto árido que es hoy.

El desierto de Atacama: A pesar de tener una superficie árida y escasa precipitación, en el pasado el desierto de Atacama estaba sumergido bajo el océano Pacífico. Durante millones de años, la acción de las placas tectónicas lo elevó y se secó.

El desierto de Mojave: Hace millones de años, el desierto de Mojave estaba sumergido bajo el mar de California. La elevación de las montañas circundantes, como la sierra de Nevada, y el cambio en el nivel del mar causaron su desaparición.

El desierto de Namibia: El desierto de Namibia, en el suroeste de África, es considerado uno de los desiertos más antiguos del mundo. Hace millones de años, esta área estaba cubierta por el océano Atlántico.

Estos son solo algunos ejemplos de lugares en la Tierra que alguna vez estuvieron bajo el agua y ahora son desiertos. La formación y evolución de los desiertos es un proceso largo y complejo que implica cambios geológicos y climáticos a lo largo de millones de años, y todavía no habían aparecido las energías fósiles ni los gases de efecto invernadero que no fuesen naturales.

Sí, es cierto que a mayor consumo de energías contaminantes, aceleramos el calentamiento global, ¿pero se debe solamente el calentamiento global al consumo de esas energías? En tal caso, ¿por qué los dos países más contaminantes del mundo, y uno de ellos, los Estados Unidos, no acuden a la cumbre sobre el calentamiento global? ¿Por intereses económicos? Posiblemente.

Pero hagamos un análisis sobre qué es lo que permite que haya vida en la Tierra:

La Atmósfera: Es la capa gaseosa y se extiende desde la superficie terrestre hasta el espacio. Contiene el oxígeno que necesitan los seres vivos para vivir y otros gases (nitrógeno, dióxido de carbono, vapor de agua, etc.). También contiene la capa de ozono, que nos protege de los rayos ultravioleta del Sol (muy peligrosos para los seres vivos).

La Hidrosfera: Incluye todas las masas de agua líquida o sólida que hay en el planeta. Océanos, mares, ríos, lagos, aguas subterráneas, glaciares y nieve.

La Litosfera: Compuesta por las rocas y minerales que forman la superficie terrestre.

La Biosfera: Formada por todos los seres vivos que viven en el planeta.

¿Los terremotos y las erupciones volcánicas también son producidas por el consumo de energías fósiles? ¿Son contaminantes los gases que emiten los volcanes?

Los volcanes son una fuente natural de emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el dióxido de azufre y el vapor de agua. La cantidad de gases que emiten los volcanes varía según el tipo de volcán y la frecuencia y magnitud de las erupciones. Según la Enciclopedia Británica, hay alrededor de 1,500 volcanes activos en todo el mundo.

Es difícil dar una respuesta precisa a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emiten los volcanes, ya que depende de muchos factores, como el tipo de volcán, la frecuencia y magnitud de las erupciones, entre otros.

Qué gases liberan los volcanes

Los volcanes emiten diferentes gases, entre los que se encuentran:

Vapor de agua: es el gas volcánico más común, constituyendo normalmente más del 60% de las emisiones. El vapor de agua emanado por los volcanes corresponde generalmente a agua de origen meteórico pero en algunos casos el agua de origen magmático puede constituir más del 50% del vapor emitido por un volcán.

Dióxido de carbono: es otro gas común liberado por los volcanes, que suele comprender de 10 a 40% de las emisiones.

Ceniza y polvo: son liberados en columnas al aire que llegan a alcanzar una altura de entre 5 y 40 km, dependiendo del tipo de volcán de su magnitud.

Sulfuro: es un gas dañino liberado por los volcanes. Cuando los gases reaccionan con el oxígeno, la humedad y la luz solar de la atmósfera, se forma el esmog volcánico, un tipo de contaminación del aire.

Monóxido de carbono y otros gases dañinos: también son liberados por los volcanes.

Además, aunque los volcanes no son la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, las erupciones volcánicas pueden tener un impacto significativo en el clima global. Las erupciones volcánicas liberan grandes cantidades de gases y partículas en la atmósfera, lo que puede afectar la temperatura global y los patrones climáticos. Por ejemplo, la erupción del Monte Pinatubo en 1991 liberó suficiente dióxido de azufre en la atmósfera para enfriar la temperatura global en aproximadamente 0.5 grados Celsius durante varios años. Sin embargo, los efectos de las erupciones volcánicas en el clima son temporales y no pueden compensar el impacto a largo plazo de las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad humana.

Uno de los grandes temas en la actualidad es el del cambio climático. Pero, sin desestimar la crisis climática que estamos atravesando, lo cierto es que a lo largo de la historia de la Tierra hubo severos y abruptos cambios climáticos, que se diferencian del actual por las causas que los originaron.

A lo largo de la historia de la Tierra, ha habido muchos cambios climáticos, algunos de los cuales fueron muy severos y abruptos. Sin embargo, la paleo climatología ha identificado varios períodos de cambios climáticos significativos en la historia de la Tierra, como el Máximo Jurásico, el Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno y las glaciaciones del Pleistoceno.

Es importante tener en cuenta que el cambio climático actual, caracterizado por un aumento de la temperatura media global, es causado principalmente por la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. El calentamiento global está provocando un aumento en la temperatura global, lo que a su vez está provocando cambios en los patrones climáticos, como sequías, inundaciones y tormentas más intensas. Además, el calentamiento global también está provocando el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar, lo que puede tener graves consecuencias para las comunidades costeras. Es importante tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático. Algunas de estas medidas incluyen la transición a fuentes de energía renovable, la conservación de los bosques y la reducción del consumo de carne por la cantidad de agua que precisa cada animal para conseguir aumentar su peso en un kilo (según dicen los ecologistas, pero estimo que también hace falta una ingente cantidad de agua para producir los vegetales que consumimos, unos más que otros, claro).

La atmósfera inicial estaba formada por gases muy tóxicos, entre ellos el dióxido de carbono, procedentes de las actividades volcánicas que ocurrían en el planeta. Con la llegada del agua esta atmósfera incluyó el vapor de agua.

La composición de la atmósfera actual está muy relacionada con la aparición de la vida en la Tierra. Los primeros organismos vivos que habitaron el planeta eran bacterias que utilizaban los rayos del Sol para realizar la fotosíntesis. Gracias a la fotosíntesis disminuyeron los niveles de dióxido de carbono y apareció el oxígeno en la atmósfera, gracias al cual podemos respirar todos los seres vivos. La cantidad de oxígeno que había en la atmósfera era tan grande que comenzó a convertirse en ozono, y se formó en la atmósfera una capa, que actúa como escudo de los rayos ultravioleta del Sol, muy dañinos para los seres vivos. Por tanto, el hecho de tener oxígeno y la capa de ozono favoreció que los seres vivos se movieran de los océanos a los continentes y finalmente conquistaran todo el planeta conformando la biosfera.

Corteza: Es la capa más fina y superficial y en ella y sobre ella se sitúan la litosfera, la hidrosfera, la biosfera y la atmósfera. Por debajo se encuentra el manto.

Manto: Capa inmediatamente situada debajo de la corteza. Está formada por el magma, rocas en estado líquido debido a las altas temperatura. El magma sale a la superficie terrestre por medio de los volcanes, y entonces se llama lava. Está dividido en manto externo (próximo a la corteza terrestre) y en manto interno (próximo al núcleo).

Núcleo: Es la capa más interna y está rodeada por el manto. Está formada por metales, especialmente hierro y níquel. También se divide en núcleo externo (estado líquido) y núcleo interno (estado sólido).

La Tierra es el único planeta conocido donde existe la vida. Esta rareza se debe sobre todo a tres razones principales: la presencia de oxígeno, la existencia de agua y la capa de ozono.

Las placas tectónicas son como las fichas del puzle de la Tierra y están formadas por continentes y los suelos oceánicos. Estas fichas pueden moverse, crearse y desaparecer, es lo que se conoce como Tectónica de placas. En los océanos se fractura el suelo y el magma del interior sale a la superficie, al entrar en contacto con el agua se enfría y forma nueva corteza. La creación de la nueva corteza empuja la que había antes y desaparece hacia el interior de la Tierra por debajo de los continentes.

Una vez que se formó el planeta aparecieron distintos elementos y procesos que han producido el planeta que hoy tenemos.

Tal vez sea una explicación para niños, pero es la más sencilla sobre por qué hay agua en la tierra: Los océanos aparecieron hace 4.400 millones de años. La superficie terrestre se había vuelto una corteza de roca dura por el enfriamiento del interior del planeta, aunque aun así la actividad volcánica era intensa. El origen del agua en la Tierra tiene lugar en los meteoritos y cometas. Estas masas de roca contenían hielo y al chocar con la superficie caliente de la Tierra se derritió y se formó agua líquida. El vapor de agua se mezcló con otro gas que ya había en la Tierra, el dióxido de carbono. Esta mezcla hizo que el planeta se llenara de nubes y por tanto no podía recibir luz y calor del sol y comenzó a enfriarse, el vapor se condensó y originó la lluvia. Llovió y llovió durante miles de años y el planeta comenzó a llenarse de agua, dando lugar a los océanos. Aunque no me preguntéis por qué el agua del mar es salada, que si cabe, lo explicaré en otro artículo, pero desde luego no se debe a la cantidad de bacalao que habita en el mar. (Me permitiréis la licencia de una pequeña broma que se le dice a los niños).

Cambios climáticos a lo largo de la historia

Sin desestimar la crisis climática que estamos atravesando, lo cierto es que a lo largo de la historia de la Tierra hubo severos y abruptos cambios climáticos, que se diferencian del actual por las causas que los originaron. Para adentrarnos más en materia del clima global, debemos caber acerca de los tipos de cambios climáticos, cuáles son, sus causas y consecuencias.

Antes de comenzar con el desarrollo del artículo, debemos entender qué es el cambio climático. Precisamente el cambio climático se define como variaciones significativas en los componentes del clima que perduran por un tiempo considerable, desde décadas hasta siglos.

Muchos fueron los cambios que sucedieron en el clima a lo largo de la historia de la Tierra a través del tiempo, pudiéndolos dividir en dos grupos:

Cambios climáticos del pasado: una serie de alteraciones en el clima marcadas por períodos fríos y períodos cálidos.

Cambio climático actual: caracterizado por un aumento de la temperatura media global.

Paradoja del Sol débil:

En los orígenes del planeta Tierra, 4,6 miles de millones de años atrás, el Sol emitía menor radiación que en la actualidad y la temperatura de equilibrio era -41 °C. Podemos imaginarnos, entonces, el extremo frío de esta etapa y que, por tanto, la vida tal y como fue surgiendo después era imposible en aquel entonces.

Cambios climáticos a lo largo de la historia - Efecto invernadero del pasado

Oxígeno en la atmósfera

Con la aparición de las cianobacterias surgió la fotosíntesis oxigénica, proceso por el cual los organismos fijan dióxido de carbono y emiten oxígeno. Antes de las cianobacterias no existía oxígeno libre en la atmósfera. A partir de este hecho, se redujeron las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera y surgieron organismos aeróbicos.

Máximo Jurásico

Período en el cual todo el planeta presentaba un clima tropical, que posteriormente permitió la aparición de los dinosaurios. Se cree que el aumento de la temperatura global fue producto de altas concentraciones de dióxido de carbono que fueron emitidas a la atmósfera por una acelerada erosión de rocas.

Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno

También es llamado máximo térmico del Eoceno Inicial, o máximo térmico del Paleoceno Superior. Se trató de un aumento abrupto de la temperatura, concretamente la temperatura media del planeta aumentó en 6 °C de forma drástica (en unos 20.000 años, lo cual para un cambio de clima a nivel mundial es poco tiempo). Esto provocó alteraciones en la circulación marina y en la atmósfera y resultó en la extinción de muchas especies. Como su nombre indica, marcó el final del Paleoceno y el inicio del Eoceno.

Glaciaciones del Pleistoceno

Otro de los cambios climáticos a lo largo de la historia que han resultado ser de los más relevantes es la glaciación, que es un período en el cual las temperaturas medias globales descienden y, como consecuencia, ocurre una expansión de los hielos continentales, casquetes polares y glaciares. Se estima que hubo 4 grandes edades glaciales en el pasado siendo la última de ellas la glaciación del Pleistoceno. Se considera que se han ido produciendo durante el periodo Cuaternario, es decir que se dieron desde hace 2,58 millones de años hasta la actualidad.

Cambios climáticos a lo largo de la historia - Glaciaciones del Pleistoceno

Mínimo de Maunder

Se corresponde al período comprendido entre 1645 y 1715 durante el cual desaparecieron las manchas solares de la superficie del Sol casi por completo. Como resultado, el sol emitía menor radiación y, en consecuencia, se trató de un período frío.

Se considera que ha habido seis mínimos solares similares a este, que van desde el mínimo egipcio, del año 1300 a. C., hasta el último, que es el del mínimo de Maunder. En todos estos casos, las consecuencias más relevantes fueron la fuerte bajada de temperaturas a nivel global, lo cual como consecuencia provoca que haya especies que no logran adaptarse a tiempo al frío y se reduce drásticamente su población, afectando a todo su ecosistema, o incluso hay especies que llegan a extinguirse.

Diferencias entre efecto invernadero y cambio climático

Hoy en día, es muy posible que muchos de nosotros hayamos escuchado hablar de palabras como cambio climático y efecto invernadero, ya que son conceptos que han cobrado mucho protagonismo en los últimos años, pero, ¿qué significan exactamente y que diferencias existen entre ambos? ¿Tienen relación con los cambios y fenómenos climáticos extremos que está sufriendo últimamente nuestro planeta? ¿Podrían evitarse sus efectos?

Vamos a ver qué son exactamente y cuáles son las diferencias entre el efecto invernadero y el cambio climático, para así poder comprender mejor qué es lo que está sucediendo y qué actuaciones se pueden realizar para poder mitigar los daños causados hasta el momento.

Cambio climático actual:

El cambio climático actual está vinculado a un aumento de la temperatura media global que a menudo se conoce como calentamiento global. Si bien el término de calentamiento global considera el incremento de la temperatura y sus proyecciones a futuro, el concepto de cambio climático incluye al calentamiento global y sus efectos en las demás variables del clima.

A diferencia de los cambios climáticos del pasado, el cambio climático actual es meramente originado por causas antropogénicas, es decir por las actividades humanas. A partir de la Revolución Industrial, el ser humano comenzó a explotar combustibles fósiles para sus actividades, lo cual devino en un aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Dichos gases, justamente, actúan como un invernadero y retienen el calor en la Tierra y, de hecho, sin la existencia de estos en la atmósfera, la temperatura en la Tierra rondaría los -20°C.

Por este motivo, cuanto más se incremente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, mayor será la temperatura en la Tierra, por ello hablamos del calentamiento global. Se estima que la temperatura media global ha aumentado 1,1°C en comparación a la temperatura media global de la era preindustrial.

Efecto invernadero del pasado

Gracias a investigaciones en glaciares y sedimentos marinos, se concluyó que a lo largo de la historia del clima, hubo períodos en los cuales se registraron altas concentraciones de gases efecto invernadero en la atmósfera, entre ellos dióxido de carbono y metano, que marcaron períodos ultra cálidos., y todo ello sin el consumo de energías fósiles.

Entre las consecuencias de estos cambios en el clima se pueden destacar el aumento drástico de las temperaturas, la intensificación de eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones según la zona del planeta, el incremento del nivel del mar, la disminución de las superficies de hielo, el aumento también de la temperatura del agua y alteraciones en los ciclos biogeoquímicos. Todo ello afecta a los ecosistemas y a las especies, las cuales ven sus poblaciones muy reducidas o más prósperas, según sus características, pero muchas que se ven afectadas negativamente, incluso llegan a extinguirse.

El cambio climático se debe a una serie de factores, tanto naturales como antropogénicos. Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) son los que más contribuyen al cambio climático mundial, ya que representan más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono 1. A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero cubren la Tierra, atrapan el calor del sol, lo que conduce al calentamiento global y al cambio climático. El mundo se calienta ahora más rápido que en cualquier otro momento de la historia del que haya registros. Con el tiempo, las temperaturas más cálidas están cambiando los patrones climáticos y alterando el equilibrio normal de la naturaleza. Esto plantea muchos riesgos para los seres humanos y todas las demás formas de vida de la Tierra 1.

Además de los combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura y la ganadería también contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero 1. La quema de bosques y la tala de árboles.

Los fenómenos cíclicos que pueden alterar el clima de todo el mundo. Las corrientes oceánicas El Niño y La Niña:

No es un fenómeno nuevo, pero en los últimos años oímos hablar cada vez más de El Niño y de su "hermana climatológica", La Niña. El nombre se lo dieron unos pescadores que notaron que, a veces, las aguas oceánicas llegaban más cálidas a las costas de Perú en época navideña, en el inicio del verano en Perú. Lo llamaron El Niño en referencia al niño Jesús, pero su explicación nada tiene que ver con la religión.

"Las primeras referencias escritas son de una carta de 1891 en la que un peruano explica que su país está en un año de abundancia porque los desiertos se volvieron más verdes y encontraron tipos de peces nunca vistos hasta entonces", le cuenta a BBC Mundo Luis Alfredo Icochea Salas, catedrático de Pesquera en la Universidad Nacional Agraria La Molina (Perú) y especialista en oceanografía. Pero la abundancia se transformó calamidad, en gran parte por falta de infraestructuras cuando, unos 100 años después, en 1982-83, "vino un Niño que nos agarró por sorpresa y que fue el desastre del siglo", explica Icochea, quien lleva toda su vida estudiando el fenómeno.

“Las primeras referencias de El Niño se refieren a él como un año de abundancia". Dice Icochea, que ahora, más que un fenómeno El Niño es un evento, pues ocurre de forma recurrente. Habitualmente, en promedio cada dos a siete años, pero las fechas pueden variar. "Se empezó a estudiar realmente en la década de 1970; los científicos vieron que no era local, sino que abarcaba gran parte del Pacífico, y empezaron a registrar los años en que la temperatura y las lluvias eran un tanto extremas debido a El Niño", le dice a BBC Mundo Juan José Nieto, director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), con base en Guayaquil, Ecuador.

Pero ¿qué sabemos sobre El Niño y La Niña?

"El Niño es parte de un fenómeno que tiene que ver con variaciones tanto en el océano como en la atmósfera", explica Nieto. Si lo resumimos mucho, podríamos decir que El Niño es la fase cálida de un evento climatológico y La Niña, su fase fría. Pero es mucho más complicado que eso. Son fases opuestas de un complejo patrón meteorológico tan poderoso que puede alterar la temperatura global y causar efectos atmosféricos muy extremos en todo el planeta.

El Niño suele darse más frecuentemente que La Niña y ambos pueden durar la mayor parte del año, o incluso más. La Niña puede causar huracanes en el Atlántico norte y condiciones climáticas más secas en el sur de Estados Unidos.

La Niña puede causar huracanes en el Atlántico norte y condiciones climáticas más secas en el sur de Estados Unidos. Los cambios en la circulación atmosférica que generan pueden afectar al clima en varias partes del mundo de manera más o menos extrema, según su intensidad. Es lo que los científicos y meteorólogos llaman tele conexiones.

"En el mar mismo, cuando una zona se calienta, la otra se enfría; hay un balance y los cambios incluyen en varios continentes causando, por ejemplo, sequía en África y lluvias en América. Altera todo el clima", dice Icochea. “O puede que no causen ninguno de los dos. O que se transformen en un "megaevento".

Originados en el océano Pacífico, cerca del Ecuador, El Niño y La Niña se forman por un patrón llamado El Niño-Oscilación del Sur, o ENOS, y nunca pueden ocurrir al mismo tiempo.

Cuanto contaminan los aviones y que consecuencia tienen en el cambio climático

El transporte aéreo actualmente es el que mayor crecimiento ha tenido de todos los medios de transporte, convirtiéndose en un elemento más dentro del modelo de vida de la sociedad. Los aviones son usados tanto transporte de mercancías como para viajar, ocio cada vez más deseado por la población, teniendo así este tipo de transporte grandes beneficios socioeconómicos. Sin embargo, aunque el uso del avión tiene grandes beneficios socioeconómicos a nivel local y mundial, la realidad es que el uso del avión tiene grandes consecuencias negativas para el medio ambiente y todos los seres vivos.

Los aviones emiten gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono, contribuyendo al calentamiento global. El transporte aéreo emite aproximadamente el 2% de las emisiones mundiales de carbono. Si la aviación mundial fuera un país, se ubicaría entre los 10 principales emisores de gases de efecto invernadero. Los aviones también emiten óxidos de nitrógeno (NOx) y estelas de condensación, que afectan la calidad del aire. La aviación es el medio de transporte cuyas emisiones de gases de efecto invernadero más rápido están creciendo, pero es difícil dar una respuesta precisa a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emiten los aviones, ya que depende de muchos factores, como el tipo de avión, la distancia recorrida, la cantidad de pasajeros, entre otros. Sin embargo, se estima que un vuelo de ida y vuelta de Nueva York a París emite alrededor de 1,6 toneladas de dióxido de carbono por pasajero.

 Además, el calentamiento global también está provocando el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar, lo que puede tener graves consecuencias para las comunidades costeras.

Pues hasta aquí hoy, estimados lectores.

Como siempre, que cada cual saque sus consecuencias y opiniones.

 

¿QUE HAY DETRÁS DE LA CRISIS DIPLOMÁTICA ENTRE ESPAÑA E ISRAEL DESTADA TRAS LA VISITA DE SÁNCHEZ?

Es curioso que desde que  el PSOE de Sánchez con su su gobierno Frankenstein (Podemos, Sumar, BH Bildu, etc.) hayamos dejado de ser socios preferentes de los EE.UU. para dar paso a Marruecos en el norte de África, sur de Europa y la parte occidental del Mediterráneo.

Curioso es también que, a raíz de la visita del sr, Sanchez a Israel para darle un tirón de orejas a Netanyahu por la muerte indiscriminada de 16000 palestinos entre los que se encontraban unos 5000 niños (según el Ministerio de Sanidad gazatí) como consecuencia de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza para eliminar a la facción terrorista de Hamás, causante de 1400 victimas israelíes y el secuestro de más de 250 personas.  

Hoy, 28/11/2023, Israel comunica oficialmente el derecho de Marruecos sobre el Sahara Occidental, después de que el gobierno del sr. Sánchez diga que España reconocerá como legítimo al gobierno de Palestina.

No es cuestión en este artículo poner en tela de juicio los derechos y razones  de Israel  para castigar a Hamás ("fervor" en árabe) por el atentado terrorista de 7 de octubre, que lo tiene; tampoco la justificación de ninguna manera de la desproporcionada respuesta israelí contra un pueblo inerme y pacífico, utilizado como escudo por una organización política y paramilitar cuyas siglas son el acrónimo de (Movimiento de Resistencia Islámica), que se declara yihadista, nacionalista e islamista.

Me llama la atención, que los EE.UU. hayan vendido a Marruecos armamento defensivo/ofensivo de alta tecnología y se la haya rechazado a España, o que después del acercamiento diplomático de Marruecos con Israel, jaqueen los teléfonos del presidente Sanchez y algunos de sus ministros con el programa de espionaje informático Pegasus, de tecnología israelí. 

Pero lo más alarmante es que mientras el gobierno de Sánchez ha estado en funciones, y ante el temor de que las elecciones las pudiese ganar el PP, ha habido una verdadera avalancha de inmigrantes a Canarias, y una vez ha vuelto a ganar el PSOE ya no hay noticias sobre la inmigración ilegal africana. 

¿Tendrá algo que ver Marruecos con esto? 

¿Lo sabremos algún día?

Ahí lo dejo. Cada cual que opine lo que crea más conveniente.

EL COMUNISTA ROMÁNTICO

Ayer, tarde noche, compartí compañía y una horas de pesca con un buen amigo al que hacía tiempo que no veía. Catedrático de Microbiología de la Universidad de Valencia, jubilado, pero que parte de su tiempo libre lo dedica a dar conferencias sobre temas diversos. De pescar está pez, pero es una persona inteligente y gran lector, y en su momento realizó el prólogo de una de mis novelas, que agradecí en lo que vale.

Durante la conversación que mantuvimos mientras esperábamos la llegada de un pez con vocación de pescado, surgió un comentario sobre el último libro que he estado leyendo, que, precisamente se trata de un japones afincado en España desde hace ya muchísimos años, YUTAKA SUZUKI es su nombre, y el título d la obra: LA VERDADERA  ESPAÑA  y su falsa imagen en Japón.

Comenta Yutaka en su libro que la imagen que se tiene de España en Japón es la de un país oscuro, gris, pobre y arcaico, dictatorial, no democrático y sin libertad de expresión, pero que cuando llegó a Madrid se llevó una gran sorpresa, al encontrar un sistema y forma de vida diametralmente opuesta a lo que pensaba en un principio: era brillante, alegre, rica, moderna y atractiva aunque un poco ruidosa, contrastando con lo que vivió en sus diferentes viajes a Moscú, declarando que todo el sistema socialista soviético, aclamado por una buena parte de la sociedad progre era una clara falsedad.

Al llegar a este punto, mi amigo, el Catedrático, me respondió:

Lo que hay en Rusia, Cuba, Venezuela, China, Corea del Norte y otros países sudamericanos no es comunismo, son dictaduras. El comunismo es otra cosa.

Viendo que si seguía la conversación por la dirección que él la podía llevar, nos conduciría a dar al traste con la tarde de pesca, desvié la misma en otra dirección aprovechando que había picado un pez, olvidando ya, durante el resto del tiempo que estuvimos juntos, el asunto del comunismo, pues entiendo que mi amigo es un comunista romántico. Sin embargo, no he dejado de darle vueltas a aquel conato de conversación del que nada bueno, sino enfrentamiento ideológico, podía haber como resultado, ya que yo me considero liberal conservador. 

Casualmente y como consecuencia de los movimientos políticos que se han desarrollado en España, antes, durante y después de la investidura como presidente de España de Pedro Sánchez Castejón en su relación con los comunistas de Podemos, había estado leyendo un artículo de Vanessa Vallejo, Editor en Jefe y columnista del PanAm Post. Economista, Paleolibertaria, conservadora. Quién dice así:

Mientras que por estos días nuestros vecinos venezolanos atraviesan uno de sus peores momentos, luchando para salir de la dictadura socialista que los tiene esclavizados, a uno de los columnistas de un renombrado diario colombiano: El Espectador, se le ocurre escribir un texto titulado “¿Qué es ser comunista?” y a este medio de comunicación, se le ocurre publicarlo. Y no digo yo que haya que prohibir la publicación de columnas ridículas, solo me asombra tal descaro. Es que hay que ser muy sinvergüenza para afirmar lo siguiente:

“Así que ser comunista —hoy como ayer— , para decirlo con sencillez,  significa caminar en pro de la justicia social, de la construcción de una sociedad que no sea monstruosa como la que con sus tentáculos económicos, políticos, mediáticos y otros, esclaviza a tanta gente.”

¿Será que el señor Spitaletta, el autor de la columna en cuestión, ignora que no ha habido ningún país socialista en el que no reine la penuria y los individuos sean reducidos a esclavos del dictador?

Hace bastante no veía una columna que me causara tal repulsión, y es que el autor hace toda una descripción romántica de lo que, según él, significa ser socialista. Al parecer hay quienes son capaces de ver romanticismo en un balde de estiércol.

“Ser comunista es estar del lado del progreso”. Reto al señor Spitaletta a que me diga un solo país comunista que haya progresado. Tal vez él, y quien decidió publicar su columna en El Espectador, no se han percatado de que los países más ricos son los que tienen mayores libertades económicas, los que se apartan de la economía centralizada que defiende el columnista.

Es probable que Spitaletta tenga la conocida maña de la izquierda de cambiarle el nombre a todo. Quizás para él lo que hay en Cuba es “progreso”. Es posible que afirme que el progreso es tener educación de mala calidad y migajas en la mesa, como sucede en la isla de la que muchos intentan escapar aun arriesgando su vida. Y en tal caso debería él irse a vivir a uno de esos países con tanto “bienestar”, a los que curiosamente nadie va más que para vacacionar, porque en general a la gente no le gusta vivir en la miseria.

Una de las más conocidas características de los socialistas es que son incapaces de reconocer las consecuencias de sus actos y de asumir culpas. “Es mi culpa”: la frase que nunca encontraremos en el repertorio de un socialista. 

Para Spitaletta, por ejemplo, la culpa de que la palabra “socialista” sea mal vista, es de los capitalistas y los neoliberales.

“Los adalides del capitalismo y de la explotación humana a ultranza la han decolorado, desprestigiado, convertido en desecho”, afirma refiriéndose a la palabra “socialista”. Sí, señor Spitaletta, seguramente nada tiene que ver la historia… Lo sucedido en Camboya con el maoísta de Pol Pot, que se calcula que asesinó a más de 2.000.000 personas, o los crímenes de Stalin, uno de los peores asesinos socialistas que haya visto la humanidad, no tienen nada que ver con que la gente hable mal del socialismo.

Si el socialismo tiene algo de mala fama no es porque los capitalistas hayamos convertido en “desecho” la palabra, es porque no ha existido en la historia de la humanidad un país socialista en el que no haya reinado la miseria y la esclavitud. Y digo “algo” porque, en mi opinión, los socialistas gozan de muy buena fama si consideramos el daño que causan sus ideas. No le veo yo sentido a que alguien salga a la calle con una camisa del Che o de Stalin y no sea tratado, y señalado, como lo sería quien osara exhibir una prenda Nazi. Después de todo las dos son ideologías asesinas, solo que el comunismo ha causado más muertos y aún sigue causando estragos.

Los socialistas, eso sí, hablan bonito. Romántico, como el señor Spitaletta. Por eso, a pesar de los millones de muertos que ha causado su ideología, siguen conquistando seguidores. Son además sinvergüenzas, pueden salir como Nicolás Maduro a decir que en un país no hay pan porque lo panaderos son malvados. Apelan a los sentimientos y no a la razón, porque de hacerlo perderían la batalla. Si se ponen a hablar de cifras e indicadores no tienen cómo defender sus ideas.

Los seres humanos tenemos mala memoria y nos gusta que nos hablen bonito. El temor a la incertidumbre muchas veces nos hace caer en los brazos de quienes nos prometen techo, comida, educación, salud y hasta amor. Lastimosamente se puede ignorar la realidad, pero no las consecuencias de hacerlo. Y lo cierto es que por muy romántico que hablen los socialistas, la puesta en marcha de sus políticas, siempre, termina en miseria y esclavitud

Eso sí, yo, como buena capitalista, como liberal de las de verdad (no como la socialista Piedad Córdoba) reconozco que nosotros hemos fallado en nuestro intento de conseguir seguidores. Que durante años hemos intentado convencer a la gente de las bondades del libre comercio y la iniciativa privada mostrando cifras e indicadores. Mientras tanto, los socialistas, como Spitaletta, están escribiendo columnas románticas afirmando que su ideología se trata de ser más humanos, de ayudar a los pobres.

Mientras que nosotros sacamos estudios sobre el impacto negativo de la regulación en los mercados, ellos están haciendo películas y canciones. Y han logrado cosas tan increíbles como que la comunidad LGTBI salga a marchar con la imagen del Che en sus camisetas, el mismo personaje que odiaba a los homosexuales y que auspició la creación de campos de concentración para que “ el trabajo los hiciera hombres”.

Los socialistas son románticos, hablan bonito, comunican bien, pero son mentirosos o no saben nada de economía. No existe otra explicación para que alguien defienda un modelo económico que le ha arruinado la vida a millones de personas y que solo ha llevado muerte y miseria a donde llega. Quien defiende el socialismo, o bien desconoce la historia y el funcionamiento de la economía, o es un mentiroso que se beneficia de vender una ideología criminal. 

Después de dejar a mi amigo en su casa, llegué a la conclusión que que, a pesar de ser una muy buena persona, es UN COMUNISTA ROMÁNTICO. 

LA HIPOCRESÍA DEL MUNDO ACTUAL

 

Hoy, Juan Manuel Jiménez Muñoz, has debido incordiar a muchos de tus lectores invisibles.  Cuando, como hoy, me es imposible acceder a tus artículos y comentarios a una hora adecuada para poderle leer con calma, me encuentro, primero, con un artículo inesperado de los que llaman la atención porque todos los que mencionas caben en el mismo saco, sin embargo, observo,  tan solo 47 de tus habituales seguidores te han leído, y muy pocos han respondido.

¿Será por el miedo al que aludes si destacan con algún comentario, o para que no los señalen en cualquier lugar de los que has mencionado?

¡Hoy, sí! Tu comentario me parece magnífico. Tanto…, que a los 30 segundo lo habían borrado de tu muro.

El mundo, amigo mío, está lleno de hipocresía, y no lo digo por tus seguidores, ya que les puede haber ocurrido como a mí, que no han podido llegar a leer tu artículo al haber desparecido delante de sus narices, pero no quita para que siga habiendo una enorme hipocresía en el mundo, sobre todo, en los partidos políticos y sus acólitos, que piden fidelidad al macho Alfa del grupo y a los ideales que propugnan de boquilla, aunque las clases dirigentes no cumplen porque tiene bula.

Hoy también he estado leyendo unos artículos de Priscila Guinovart, docente, editora y escritora uruguaya de las que obtengo unos párrafo porque reconozco que lo que dice es la realidad que estamos viviendo, y es acorde con el contenido borrado de tu artículo:

Priscila Guinovart es editora de columnas de opinión del PanAm Post. Ha colaborado con distintos medios de América Latina, EE.UU. y Europa. En 2014, publicó su libro "La cabeza de Dios".


“La Ilustración significa el abandono del hombre de una infancia mental de la que él mismo es culpable. Infancia es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puericia es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena” – Immanuel Kant.

Amenazados por el imparable avance hacia lo desconocido, los pesimistas añoran, reclaman y aplauden al líder fuerte, arrogante y derrochador de masculinidad (a propósito, y sepa disculpar desde ya el lector el repentino cambio de tono, pero estoy firmemente convencido de que los hombres que admiran a esos líderes ególatras, “mano dura” y populistas tienen una enorme necesidad de compensación —de carácter y no solamente, ¿se entiende?. Idealizan un tiempo pasado (que jamás ha sido mejor) y desestiman todo lo que ose proponer más libertad y progreso social. “El otro —lamentan— está aquí para tomar lo mío, para destruir lo que yo he hecho”.

El miedo es comprensible: estamos sobre una roca que gira alrededor de una estrella promedio que se desplaza rumbo a la nada. La vida no tiene sentido predestinado y va a ser más o menos lo que nosotros hagamos de ella. No hay más allá. Nuestros muertos no nos miran desde una nube. La desolación ante esta realidad es infinita. El instinto de aferrarse a lo conocido (llámese fé o tradición) es inteligible, pero no justificable: el límite es el otro y su libertad. Y hoy todos somos indiscutiblemente más libres.

La única razón por la que “antes” parece mejor es porque “antes” no había tanta información. Hoy conocemos de forma casi simultánea los males que aquejan al mundo; hace apenas 50 años debíamos esperar días —y en ocasiones, hasta semanas— para leer lo que uno o dos periodistas escribían sobre desastres o calamidades puntuales (lo que me recuerda a la torpeza de decir “hoy hay más enfermedades” sin jamás reparar en el hecho de que simplemente hemos refinado la detección y el diagnóstico de afecciones y trastornos). Hay quienes, con su pesimismo y desconfianza en la razón y el progreso, pretenden arrastrarnos a ese “antes” en el que no todas las vidas valían lo mismo, en el que el misticismo era preferible a la ciencia, en el que el fanatismo religioso era preferible a la búsqueda del conocimiento en absoluta laicidad, en el que el autoritarismo era preferible a la democracia liberal.

Alejarse del humanismo, entonces, es un suicidio colectivo, una barbarie, una regresión, pues constituye el abandono voluntario del bien preciado que nos llevó a la luna, que erradicó la viruela o puso celulares en nuestros bolsillos. A fin de cuentas, el conservadurismo es a la libertad lo que la astrología es a la astronomía, ya que toda causa humanista deriva en más libertad. La historia es testigo incorruptible y objetivo de ello.

El movimiento feminista actual no nace de una reclamación justa, y es esta la razón por la que no solo es estúpido sino que está condenado a la estupidez. En primer lugar, las bases históricas que lo sostienen no son las más confiables. La  supuesta “invisibilización de las mujeres” en la historia (disparadora de este revanchismo cainita) no existe como tal.

Ya en el 400, hombres viajaban de los sitios más remotos para tomar clases de matemáticas y astronomía con Hipatia de Alexandría. Entre el 700 y el 1000, las mujeres de la cultura escandinava (vikingos) tenían derecho al divorcio y a la propiedad privada. Asimismo, incluso durante el medioevo central y tardío, son incontables las mujeres que fueron admiradas y respetadas por sus contemporáneos. Desde Juana de Arco, pasando por Eleonor de Aquitania, hasta una reina imprescindible para Europa y el mundo (Isabel de Castilla, cuyo apoyo a las expediciones de Cristóbal Colón forjaran uno de los eventos que ponen fin a la Edad Media), las mujeres han sido una parte irremplazable de la historia. Son tantos los ejemplos del Renacimiento en adelante, que no me bastaría un solo artículo para referenciarlas.

La “invisibilización” a la que se aferran desde los colectivos feministas, por lo tanto, no es real. La única razón por la que siguen amarrándose a este portaaviones cargado de falacias es la misma por la que el socialismo sigue en vida: falta de estudio y lectura.

Por supuesto que fue, durante demasiado tiempo, la masculinidad la que imperó. En algunos puntos del globo, lo sigue siendo. Pero incluso en este contexto, en el que a la mujer fue, en efecto, vergonzosamente minimizada, hablar de “invisibilización”  es una exageración malintencionada.

Es fácil olvidar, en la comodidad del siglo XXI, que las guerras en la historia fueron la regla. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la humanidad atraviesa el más extenso período de paz alguna vez vivido (que no, no significa que no haya guerras, sino que hoy en día es literalmente más probable morir de diabetes que a causa de un conflicto bélico).  Sí, es cierto, hasta hace relativamente poco tiempo, nadie miraba a una mujer para diseñar una catedral. De la misma manera, a lo largo de todos estos siglos en los que la paz fue la excepción, tampoco se miraba a una mujer para dirigir un batallón. Mientras tanto, los hombres gozaban del dudoso privilegio de ser descuartizados en una trinchera o de morir en el campo de batalla por razones que le eran absolutamente ajenas.

Este feminismo (que, reitero, me apena llamarlo así) nació en la década de 1960. El socialismo, al darse cuenta de que la reivindicación armada ya no seducía y habiendo agotado la monserga de la lucha de clases, va a las universidades y abraza las causas sociales. Nunca antes el socialismo o el comunismo habían sido gay-friendly (sino todo lo contrario), por citar otro de los ejemplos más notorios. El socialismo y el comunismo dan así el toque colectivista a un movimiento que, hasta entonces, era una reivindicación válida y justa.

A partir de allí, todos sabemos lo que sucede: la mujer es convenientemente convertida en víctima, y si hay víctimas, es porque hay victimarios. La sociedad se divide y reina el caos (como nuestras abuelas alguna vez nos dijeron, “a río revuelto, ganancia de pescador”). Y no es solo mi opinión desde el liberalismo.

Ellie Mae O’Hagan expuso la misma idea en su columna de The Guardian el pasado 8 de marzo, solo que O’Hagan halaga estas siniestras semejanzas. “Si esto (la causa “feminista”) suena a socialismo, es porque lo es. Solo mermando el poder de la clase del jefe (…) podremos asegurar que ninguna mujer sea forzada a elegir entre explotación sexual y económica y pobreza”, alega, entre disparates varios y un despliegue descomunal de ignorancia y negando el papel fundamental del capitalismo a la hora de independizar a la mujer.

Todos los colectivismos funcionan más o menos de la misma manera. Las aspiraciones y singularidades de cada individuo son ignoradas (de ser posible, aplastadas) y los fines justifican los medios. Es por esto que la historia es adaptada para ser funcional a esta narrativa iracunda y fanatizada, omitiendo pasajes esenciales de los sucesos que nos trajeron a la coyuntura actual.

Y como no conocen la historia, la repetirán. El feminismo puritano y mojigato se presta para los mismos atropellos que tantos hombres y mujeres resistieron. Este feminismo, alimentado de odio y  de un par de argucias de libreto, es un retroceso para la libertad. No, no para “las libertades conquistadas” de las mujeres, ni para la de los hombres: es una amenaza para la libertad, punto final.