Recientemente puse a la venta con coste 0,00 euros y a través de Amazon las tres novelas que componen la trilogía Muyahidín. Las descargas han sido tan cuantiosas que la novela Muyahidín está en el nº 1 de los comprados en la serie "Islam", lo que confirma mi preocupación sobre la sinopsis y cubierta de estos libros escritos entre 1998 y 2004. Pienso que deberían haber estado en puestos altos de venta en Novela negra e histórica contemporánea. Por eso mismo, porque tanto las cubiertas como las sinopsis han llegado a confundir a los posibles lectores que se han acercado a ellos, me encuentro preparando una nueva edición sobre los mismos pero fundiéndolos en un solo libros (recopilando sus contenidos aunque sin cambiar apenas una línea) y con un prólogo que explica, a modo de sinopsis lo que el lector va a encontrar en este nuevo volumen, que os reproduzco a modo de primicia:
Bandera Falsa 1909 - 2004
Un buen día para mí, aunque no para otros en lugares lejanos. Me llegó la noticia a través de los informativos de televisión española, de dos terribles atentados terroristas contra las embajadas norteamericanas de Kenia y Tanzania, y como la inmensa mayoría de los mortales, estaba ignorante de lo que ocurría en el mundo exterior. Me extrañó sobremanera que la persona a la que culpaban de aquellos actos, como instigador y promotor, fuese precisamente un multimillonario saudí. Sí, me refiero a Osama bin Laden. Me interesé por todo lo que se publicaba sobre él, tanto en los medios audiovisuales como escritos, y fui coleccionando información con recortes de periódicos y recabando más información a través de Internet.
Dicha información me llevó, ineludiblemente, a otra información paralela y más compleja, con otros actores y escenarios pero estrechamente ligada a aquel personaje de origen saudí, llegando al convencimiento de que Osama se había visto forzado por los acontecimientos del momento a tomar decisiones que no solo lo marcarían a él en su vida y a través de la historia, sino también a las grandes potencias mundiales, que, a fin de cuentas, habían sido los que le habían formado y empujado, en las sedes de sus agencias de espionaje, a tomar aquellas decisiones que desde entonces han costado miles de vidas humanas.
La información que había acumulado y mi interés por escribir sobre este hombre daba para escribir más de una novela. Pronto me di cuenta de que lo que se contaba sobre él no era del todo cierto, había muchas controversias sobre su origen. La información había sido manipulada por los medios de comunicación para que la inmensa mayoría de ciudadanos no supiesen la realidad, al mismo tiempo que eximían de culpa a sus gobiernos.
Para que se llegue a entender la historia que cuento a través esta trilogía debía relatar cómo se estableció el reino de Arabia Saudí desde que fue un protectorado inglés y la forma en que los servicios secretos influyeron en su creación.
Tiempo después ocurrieron otros acontecimientos que me impulsaron a escribir una segunda novela, y conforme me iba documentando siguieron apareciendo más y más informaciones que me llevaron a escribir la tercera de la trilogía. Siempre con los mismos personajes centrales.
Pero me encontraba con la duda sobre cómo escribirla. Debía comenzar por el principio de todo, por su origen un tanto incierto, según los medios, como por como su fortuna y los hechos que le obligaron a radicalizarse. Si quería contar la historia de Osama, si quería describir su mundo, tenía que empezar por entender qué pasó en Arabia Saudí y los países musulmanes del entorno, con hechos impactantes para que el relato de cada novela fuese creíble. Por eso escribí sobre las agencias de espionaje
Dicha información me llevó, ineludiblemente, a otra información paralela y más compleja, con otros actores y escenarios pero estrechamente ligada a aquel personaje de origen saudí, llegando al convencimiento de que Osama se había visto forzado por los acontecimientos del momento a tomar decisiones que no solo lo marcarían a él en su vida y a través de la historia, sino también a las grandes potencias mundiales, que, a fin de cuentas, habían sido los que le habían formado y empujado, en las sedes de sus agencias de espionaje, a tomar aquellas decisiones que desde entonces han costado miles de vidas humanas.
La información que había acumulado y mi interés por escribir sobre este hombre daba para escribir más de una novela. Pronto me di cuenta de que lo que se contaba sobre él no era del todo cierto, había muchas controversias sobre su origen. La información había sido manipulada por los medios de comunicación para que la inmensa mayoría de ciudadanos no supiesen la realidad, al mismo tiempo que eximían de culpa a sus gobiernos.
Para que se llegue a entender la historia que cuento a través esta trilogía debía relatar cómo se estableció el reino de Arabia Saudí desde que fue un protectorado inglés y la forma en que los servicios secretos influyeron en su creación.
Tiempo después ocurrieron otros acontecimientos que me impulsaron a escribir una segunda novela, y conforme me iba documentando siguieron apareciendo más y más informaciones que me llevaron a escribir la tercera de la trilogía. Siempre con los mismos personajes centrales.
Pero me encontraba con la duda sobre cómo escribirla. Debía comenzar por el principio de todo, por su origen un tanto incierto, según los medios, como por como su fortuna y los hechos que le obligaron a radicalizarse. Si quería contar la historia de Osama, si quería describir su mundo, tenía que empezar por entender qué pasó en Arabia Saudí y los países musulmanes del entorno, con hechos impactantes para que el relato de cada novela fuese creíble. Por eso escribí sobre las agencias de espionaje
1. Agencias de espionajes y su creación, con acciones emprendidas por ellos.
2. Debía relatar cómo se estableció el reino de Arabia Saudí desde que fue un protectorado inglés y la forma en que sus servicios secretos influyeron en su creación.
3. La creación del Estado de Israel, sus motivaciones y el rechazo de los países árabes del entorno al asentamiento judío en Palestina.
4. La participación de la CIA y el MI6 inglés en todos los escenarios de Oriente Próximo, fundamentalmente en Arabia, Yemen y Palestina.
5. Los actos terroristas y contra terroristas, y las guerras ocurridas en Palestina e Israel, aunque estos hechos se cuentan de forma bastante escueta y tan solo con la intención de que se lleguen a comprender algunos de los motivos que influyeron en Osama bin Laden para radicalizarse, de los que no fueron ajenos en ningún momento el gobierno de Los Estados Unidos.
2. Debía relatar cómo se estableció el reino de Arabia Saudí desde que fue un protectorado inglés y la forma en que sus servicios secretos influyeron en su creación.
3. La creación del Estado de Israel, sus motivaciones y el rechazo de los países árabes del entorno al asentamiento judío en Palestina.
4. La participación de la CIA y el MI6 inglés en todos los escenarios de Oriente Próximo, fundamentalmente en Arabia, Yemen y Palestina.
5. Los actos terroristas y contra terroristas, y las guerras ocurridas en Palestina e Israel, aunque estos hechos se cuentan de forma bastante escueta y tan solo con la intención de que se lleguen a comprender algunos de los motivos que influyeron en Osama bin Laden para radicalizarse, de los que no fueron ajenos en ningún momento el gobierno de Los Estados Unidos.
Así fue como nació la novela El Elegido como primera versión publicada por una editorial a finales del año 1998, que en años posteriores cambiaría el título por la de Muyahidín al publicarla en Amazon.
El 11 de septiembre de 2001, el World Trade Center de Nueva York quedó arrasado por un ataque terrorista supuestamente ejecutado por muyahidines de Al Qaeda, que segaron la vida de casi 3.000 personas, dejando más de 6.000 heridos que quedaron marcados de por vida.
Los protagonistas centrales de la historia son dos ex agentes de la CIA y el Mosad israelí, quienes después de dejar sus casas por motivos de objeción de conciencia, viven en primera persona la destrucción de los rascacielos de la plaza del Centro Mundial del Comercio, pero existen unos hechos fortuitos previos que les llevan a investigar, encontrando indicios de que Al Qaeda se financia en el corazón de Los Estados Unidos, entre otros medios con contrabando de heroína afgana que se distribuye en Nueva York. También descubren a unos katsas israelíes que poseen enormes cantidades de explosivos que pueden utilizar en algún ataque terrorista dentro de la ciudad. Dando lugar a la segunda novela, La ira de Alá.
Meses después del derrumbamiento del World Trade Center, previas investigaciones pertinentes en este sentido, el Congreso de Los Estados Unidos emitió un informe sobre el atentado terrorista cometido por diecinueve muyahidines de Al Qaeda. La investigación de los detectives privados les lleva al convencimiento de que no ha sido este un atentado de Al Qaeda, sino del Gobierno Bus, y que a lo largo de la historia del país, los diferentes gobiernos anteriores han llevado a cabo infinidad de atentados de Bandera Falsa, culpando a otros países con el fin de atacarlo aunque no hubiese motivos reales para ninguna confrontación bélica.
Informe que fue cuestionado por infinidad de científicos y expertos mundiales en construcción, quienes ponen en duda la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre. Señalando que dicho informe «viola todos los principios de la física y la ingeniería»
Como ocurrió para que Los Estados Unido entrase en la primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, el bombardeo traicionero de Camboya, la guerra de Vietnam, la guerra de Irak, la de Afganistán y otras tantas, con el fin de influir en la opinión pública de sus ciudadanos. Esta tercera novela se titula Bandera Falsa.
En las tres novelas, jugarán un papel preponderante las actuaciones de Richard Thompson, agente de la CIA para Oriente Próximo, junto a Shimon Wheija, agente del Mosad israelí, para convertirse en detectives privados en los dos siguientes volúmenes de la trilogía hasta esclarecer todas las versiones del Gobierno de Los Estados Unidos y sus mezquinas maquinaciones, tanto en la destrucción del World Trade Center como en aquellas operaciones de Bandera Falsa.
¿Pero qué hay de cierto en estas historias?
El 11 de septiembre de 2001, el World Trade Center de Nueva York quedó arrasado por un ataque terrorista supuestamente ejecutado por muyahidines de Al Qaeda, que segaron la vida de casi 3.000 personas, dejando más de 6.000 heridos que quedaron marcados de por vida.
Los protagonistas centrales de la historia son dos ex agentes de la CIA y el Mosad israelí, quienes después de dejar sus casas por motivos de objeción de conciencia, viven en primera persona la destrucción de los rascacielos de la plaza del Centro Mundial del Comercio, pero existen unos hechos fortuitos previos que les llevan a investigar, encontrando indicios de que Al Qaeda se financia en el corazón de Los Estados Unidos, entre otros medios con contrabando de heroína afgana que se distribuye en Nueva York. También descubren a unos katsas israelíes que poseen enormes cantidades de explosivos que pueden utilizar en algún ataque terrorista dentro de la ciudad. Dando lugar a la segunda novela, La ira de Alá.
Meses después del derrumbamiento del World Trade Center, previas investigaciones pertinentes en este sentido, el Congreso de Los Estados Unidos emitió un informe sobre el atentado terrorista cometido por diecinueve muyahidines de Al Qaeda. La investigación de los detectives privados les lleva al convencimiento de que no ha sido este un atentado de Al Qaeda, sino del Gobierno Bus, y que a lo largo de la historia del país, los diferentes gobiernos anteriores han llevado a cabo infinidad de atentados de Bandera Falsa, culpando a otros países con el fin de atacarlo aunque no hubiese motivos reales para ninguna confrontación bélica.
Informe que fue cuestionado por infinidad de científicos y expertos mundiales en construcción, quienes ponen en duda la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre. Señalando que dicho informe «viola todos los principios de la física y la ingeniería»
Como ocurrió para que Los Estados Unido entrase en la primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, el bombardeo traicionero de Camboya, la guerra de Vietnam, la guerra de Irak, la de Afganistán y otras tantas, con el fin de influir en la opinión pública de sus ciudadanos. Esta tercera novela se titula Bandera Falsa.
En las tres novelas, jugarán un papel preponderante las actuaciones de Richard Thompson, agente de la CIA para Oriente Próximo, junto a Shimon Wheija, agente del Mosad israelí, para convertirse en detectives privados en los dos siguientes volúmenes de la trilogía hasta esclarecer todas las versiones del Gobierno de Los Estados Unidos y sus mezquinas maquinaciones, tanto en la destrucción del World Trade Center como en aquellas operaciones de Bandera Falsa.
¿Pero qué hay de cierto en estas historias?
Salvo los personajes de las agencias de espionaje, que son de ficción, y necesarios para sustentar la trama de las novelas con relatos intensos, interesantes y entretenidos, el resto de los personajes y hechos son verídicos y están perfectamente documentados.
El motivo de escribir estas novelas ha sido doble por mi parte: Entretener al lector con unas historias amenas y bien construidas, y poner de manifiesto que las informaciones que los medios audiovisuales nos han contado, han estado sesgadas, son torticeras y que se hicieron para que la opinión pública mundial no conociese la verdad de los acontecimientos, para poder manejar a su antojo en mundo entero.
Espero que el lector disfrute con estas historias de ficción, basadas en hechos reales, que para muchos de los mortales has pasado desapercibidas.
Gracias a todos los que os podáis sentir atraídos por su lectura, y gracias a todos los que leáis este mensaje hasta el final.